Los
libros que uno escribe terminan enseñando al propio autor. Así me
ocurrió con Resurreción holguinera de J.
M. Keynes, publicado en el 2002. Hace años que desapareció el último de
sus ejemplares de las librerías, pero mi
amigo José Abreu me entrevistó
con motivo de sobrepasar ese título la década de su salida a los
lectores.
Él publicó la entrevista con
referencias muy cariñosas hacia mi persona. Son propias de su naturaleza humana
y de la amistad que nos une. Pero a mi me gustaría presentarla desprovista de
esas luces que Abreu le imprime y pongo a disposición de los lectores la visita
de Keynes a mi terruño, solo que la he dividido en cuatro partes para disminuir
el efecto de densidad que los lectores puedan sentir leyéndosela de un tirón.