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lunes, agosto 19

En la ruta holguinera al capitalismo




La implantación del capitalismo es compleja.  Requiere todo un proceso de cambios en cualquier ámbito  donde se produzca. Sobre todo para destruir las estructuras precedentes y construir las típicas del capitalismo. Con mayor o menor éxito, hay quienes han llegado a soñarla, a planificarla y hasta han intentado
predecirla en determinadas épocas y contornos geográficos.
El arribo del capitalismo al planeta Tierra ha ocurrido tanto en sociedades desarrolladas, como las europeas, donde el feudalismo había consumido sus potencialidades de desarrollo, como en entornos tercermundistas, con estructuras deformadas a causa de los siglos de explotación colonial y neocolonial por parte de potencias feudales o ya inmersas en el capitalismo.
Tal asunción del capitalismo como sistema dominante, es el tema que despliega el Dr. Rafael Cárdenas Tauler en su libro La ruta holguinera hacia el capitalismo, que obtuviera el Premio de investigación José Manuel Guarch de la Casa de Iberoamérica y el Premio José Luciano Franco por la Unión de historiadores de Cuba.
En esencia, estudió el desempeño socioeconómico precapitalista en la región de Holguín durante la última década del siglo XIX para establecer un punto de comparación con el proceso surgido en las postrimerías de esa centuria con la intervención, en 1898, de los Estados Unidos en la guerra de liberación que libraba Cuba contra España. La vía al capitalismo quedó expedita a partir de entonces.
Según Cárdenas Tauler, el despliegue del capitalismo en Holguín tuvo no pocas peculiaridades. Él hurgó en el periodo colonial y distinguió dos zonas: una sureña, ganadera, alejada por su historia económica del predominio de las relaciones del capitalismo; y otra norteña, en torno al puerto de Gibara, afianzada en el azúcar, primero producida mediante mano de obra esclava y luego con un uso restringido del trabajo asalariado. El complemento fue una inmigración blanca de campesinos canarios, que sostuvieron buena parte del peso de las operaciones agrícolas con la caña.
De tal manera, la consolidación definitiva de las relaciones capitalistas en la región estuvo ligada a la entrada del capital estadounidense durante las dos primeras décadas del siglo XX. Entonces vino una historia de proletarización, litigios y desalojos de campesinos, apertura de nuevos ferrocarriles, habilitación de puertos más modernos, creación de unidades político administrativas según los intereses de los monopolios reinantes y completa subordinación al modelo de dominio neocolonial implementado, a tal extremo, que desapareció la producción azucarera circungibareña a pesar el peso del dulce en la economía de la isla y de su preponderancia en las relaciones que surgían.
En su exposición sobre el afianzamiento del capitalismo en Holguín, el Dr. Cárdenas puntualiza en la forma en que los capitales arribantes bordearon la comarca gibareña. El despliegue se produjo al este y oeste de la otrora floreciente villa, desde Puerto Padre y Banes, respectivamente, hacia el interior.
Gibara, enclave del capital español en decadencia, dotada con una bahía de escaso calado para recibir los navíos que el nuevo siglo desarrolló, languideció por décadas entre las remembranzas de los tiempos pasados.
Las tesis del autor están sostenidas por una amplia estadística y referencias documentales. Este profesor universitario y cooperante cubano en Venezuela y en Angola, ha derrochado sagacidad en su propuesta sobre la implantación del capitalismo en un ámbito tercermundista.

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