La historia revolucionaria cubana tuvo una propuesta de periodización
realizada por sí misma. Durante más de 50 años se ha dicho que la componen dos
etapas, una llamada democrático-popular-agraria y antiimperialista, comprendida
desde 1959 hasta 1960 y otra socialista, de 1961 en adelante. A mí nunca me ha
convencido esa propuesta.
Hubo, eso sí, un gran cambio estructural, que de una u otra forma se
mantuvo por más de 50 años. Las nacionalizaciones de la segunda mitad de 1960
fueron el punto climático del proceso, pero el giro se venía efectuando desde
enero del año anterior.
Sobre ese período han abundando múltiples estudiosos dentro y fuera de la Isla. Un denominador
común a todos es la defensa de posiciones políticas. El conflicto cubano se fue
a los extremos muy temprano, eso lo ha reconocido el propio líder histórico del
proceso. También ha estado matizado por un intenso proceso de lucha de clases,
dentro y fuera de la nación caribeña, a
lo largo de todos estos años.
No voy a reseñar todas y cada una de las propuestas de periodización.
Solo pondré a la opinión suya un esbozo que he venido elaborando por algún
tiempo. De paso aclaro. Con la reciente apertura de relaciones entre Cuba y
Estados Unidos es muy probable que la historia revolucionaria cubana pueda
contar con dos grandes épocas: el período de desempeño sin relaciones con
Estados Unidos y el siguiente, con relaciones restablecidas con Estados Unidos.
No obstante, en los 56 años de revolución cubana veo tres momentos: uno
de 1959 a
1975 que llamaría de búsqueda y experimentación del modelo de socialismo
cubano, otro desde 1976 hasta 1989 de consolidación y despliegue del modelo de
socialismo cubano y, finalmente, desde 1990 hasta 2014, un momento de crisis y
actualización del modelo de socialismo cubano.
Creo que la reapertura de relaciones con Estados Unidos puede
inscribirse en este último momento, aunque le aportará matices que no se
esperaban. El futuro dirá si esto es mera especulación…
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