El Simposio Milenio Abierto, convocado por
Tras una reflexión profunda y para nada carente de responsabilidad y compromiso con lo mejor de los pueblos iberoamericanos, expresa su consenso respecto a los siguientes temas:
- Una personalidad colectiva iberoamericana puede constituirse en sujeto de progreso para nuestras sociedades, ante un mundo asimétrico y de resistencia a las hegemonías mediatizantes.
- La identidad histórico cultural del área debe reconocer el complejo y contradictorio proceso formador y empeñarse en la búsqueda del progreso común, mediante la eliminación de las diferencias construidas a lo largo de cinco siglos de catastróficas relaciones. El objetivo final es alcanzable, si los más favorecidos en esos intercambios, ponen la riqueza material acumulada, en función del desarrollo social común y, los herederos de menor fortuna, laboran con ahínco y racionalidad en el empeño de construir un mundo mejor.
- El desarrollo humano en el área iberoamericana no puede medirse con los indicadores impuestos por los centros de poder planetario, sus variables de mensuración han de surgir de las realidades económicas, históricas y culturales que poseemos, de las aspiraciones propias a vivir en un mundo de paz y trabajo creador.
- Nuestra identidad puede adquirir plenitud cuando sea comprendida y asumida como un proceso de integración multilateral, diverso, vivo, cambiante, atemperado a los contextos específicos de nuestros pueblos y a los instantes históricos por los cuales atravesamos. Reducirla, únicamente, a la recuperación y transmisión de la memoria histórica tradicional es privarla de su capacidad creativa y enriquecedora, capaz de jerarquizar valores humanos que refuercen su legitimidad y perdurabilidad.
- Nuestras sociedades conquistarán un estadio superior en la medida que hagan parte de su vida cotidiana el respeto pleno de sus ciudadanos a las diferencias internas por motivos de generación, raza, género, religión, y cuantos motivos puedan servir para la discordia y la desunión.
- Los problemas del mañana claman por solución desde mucho antes de abrirse el Tercer Milenio. Interiorizarlo es una actitud consecuente. El hombre debe vivir en armónica comunión con la naturaleza para evitar, de manera extemporánea, su desaparición como especie.
- El enfoque de las políticas y la educación ambientalista incluye las relaciones de empoderamiento e igualdad social como manera de acción eficaz de conquistar los objetivos que se tracen.
- Cualquiera sea la naturaleza de los problemas que pretendan resolverse, las propuestas deben comenzar por una jerarquización del aspecto comunitario, tomado éste no solo en sus relaciones vecinales, sino también en aquellas establecidas por motivos laborales, estudiantiles, profesionales, virtuales, de ocio y entretenimiento creativos, por solo mencionar las más abundantes en nuestro contexto. Cualquier tipo de comunidad se convierte hoy en vehículo idóneo a la divulgación, educación y socialización de objetivos, herramientas, métodos y resultados experimentales.
- La solidaridad plena, frente a las hegemonías planetarias, constituye un recurso insustituible para la necesaria unidad entre nuestros pueblos en el empeño por resolver las insuficiencias que hoy nos amenazan.
- Milenio Abierto reconoce la honestidad, objetividad y sentido de pertenencia con que los investigadores enfrentan los problemas internos de su sociedad. No dan muestras de claudicación, sí de transparencia y convencimiento de que solo es posible salir de sus estrecheces con espíritu crítico, sin auto engaños y confiados en la causa que han abrazado.
- Milenio Abierto reitera el pronto llamado a soluciones a los problemas del mundo de hoy. El Tercer Milenio ya está transcurriendo y la gigantesca brega a realizar requiere del concurso de múltiples generaciones. Ya no estamos en perspectiva, estamos en realidad. Este mundo, o lo destruye la especie humana, o lo salva la especie humana.